Qué hacer con tu vestido después del gran día.

Lograste encontrar el vestido de tus sueños, ya dijiste ‘sí, acepto’, pero… y ahora, ¿qué haces con el vestido?.

Después de todo el esfuerzo y estrés de los preparativos, llega el gran día, probablemente, el más importante de tu vida, lo vives al máximo, disfrutas cada segundo: la ceremonia, la fiesta, cada detalle al que tanto empeño le pusiste y en cuanto piensas que todo el nerviosismo ha terminado, te surge una nueva pregunta ¿Qué debo hacer con mi vestido?. Es todo un dilema, pero hay muchas alternativas que puedes considerar para tomar la decisión correcta, sin arrepentirte después de unos años.

Lo primero que podrías hacer es mandarlo a la tintorería ¿Por qué? Tal vez ya tomaste la decisión de deshacerte de él, pero una vez que lo veas de nuevo como el vestido del que te enamoraste, es posible que esa decisión cambie; es mejor asegurarse del paradero que deseas para esa prenda llena de buenos recuerdos. Una vez esto ¡es hora de decidirse!, te damos cuatro opciones para tu vestido después de ese día tan especial.

1. Venderlo

Si no quieres conservarlo, ésta puede ser es una opción para ti. No está de más recuperar una parte de la inversión que tú y tu nuevo esposo hicieron en el vestido ¿no crees?.

Puedes venderlo tu misma en alguna plataforma en línea o llevarlo a alguna tienda que se dedique a comprar vestidos usados para alquilarlos o revenderlos, las dos opciones tienen sus pros y contras, por ejemplo, en la primera puede ser que consigas un mayor cantidad de dinero, pero lo más probable es que tardes más tiempo en obtenerlo; no olvides hacerlo lo más pronto posible, para que el diseño siga siendo actual y atractivo para tus futuras clientas.

2. Modificarlo

El sueño de toda novia es usar, aunque sea una vez más, ese vestido que tardó tanto tiempo en encontrar ¡Por supuesto que se puede! Y no sólo una vez, sino muchas más. Puedes modificar tu vestido en otra prenda que puedas usar con mayor frecuencia, como un vestido de cóctel o usar sólo la falda o el top; si el material de tu vestido es el adecuado, puedes optar también por teñirlo ¡Aprovéchalo al máximo!

3. Guardarlo

Algunas novias no se atreven a deshacerse del vestido de sus sueños, ni mucho menos modificarlo, puedes guardarlo de recuerdo o con la esperanza de que, si tienes una hija, lo use algún día. Si eliges esta opción asegúrate de guardarlo de tal manera que pueda conservarse lo mejor posible: dóblalo, envuélvelo en papel mantequilla (éste absorbe la humedad) guárdalo en una caja firme y en lugar seco, de esta manera no sentirá tanto el pasar de los años.

4. Transfórmalo

Otra manera en la que puedes conservar tu vestido es transformándolo en otro objeto sentimental que pueda perdurar mucho tiempo en tu familia, de esta manera puedes recordar tu gran día y disfrutar toda la felicidad que éste te ha traído desde entonces. Un lazo para el álbum de fotos de tu boda, un edredón, cojines para tu sala, un mantel para días especiales o incluso el ajuar de bautizo de tu hijos ¡Llena de nuevos recuerdos esa pieza tan especial!